Para: 7A, 7C y 7D
La
conferencia es un tipo de exposición oral, impartida por especialistas,
centrada en la presentación de un tema específico y de interés para el público
al cual está destinada. Este género oral tiene como base el discurso escrito,
como puede serlo un ensayo de extensión limitada donde se expone un tema con la
finalidad de enseñar o persuadir; sin embargo, la conferencia se distingue del
discurso político, por ejemplo, porque está pensada como una disertación en
público, donde lo ideal es establecer un diálogo con los oyentes y no la simple
adhesión ideológica o partidista de la conferencia. En otras palabras, este
género oral posee un enfoque dialéctico que se da al final por medio de una
sesión de preguntas y respuestas.
Función
en el medio académico
En
el medio académico, la conferencia es uno de los géneros orales más utilizados,
ya que sirve como una herramienta para transmitir conocimiento o para exponer
asuntos de interés general por parte de algún especialista. Este género es muy
útil para exponer las ideas y problemas fundamentales de una materia para,
finalmente, crear un diálogo con un público interesado o especializado, o con
un grupo de estudiantes en formación.
Estructura de la Conferencia
Para
hablar de la estructura de la conferencia, es importante distinguir dos fases:
la escrita y la oral. La estructura de la primera fase contiene tres partes
fundamentales: la introducción, el desarrollo y las conclusiones. En la
introducción se define claramente el objetivo de la conferencia; se expone el
objeto de estudio, sus límites, las aportaciones, la hipótesis y la importancia
del tema. El desarrollo es la parte esencial de la conferencia, ya que
comprende toda la información relevante que el conferencista quiere transmitir
a su público. Finalmente, en las conclusiones se generalizan las ideas
fundamentales, es decir, se hace una especie de resumen y se busca dar fin al
tema expuesto.
En
general, la conferencia posee una estructura simple, diseñada para mantener la
atención del público. Esta estructura, que define al discurso, está sujeta a
diferentes factores como el lugar en el que se imparte, o la dinámica que
quiere seguir el conferencista:
·
Presentación
del orador: un moderador presenta, de forma breve, al conferencista.
Normalmente, se repasa el currículo de éste así como se introduce el tema de la
conferencia.
·
Exposición
del discurso: de 45 minutos a una hora, aunque el tiempo puede variar
dependiendo del público o el tema. Aquí se expone lo preparado en la primera
fase de la conferencia, es decir, el discurso escrito. El conferencista puede
apoyarse en material visual, sonoro, fotocopias, guía de mano, entre otros.
·
Sesión
de preguntas y respuestas: es aquí donde se abre el diálogo entre el orador y
su público. Principalmente, se puede dar de tres maneras diferentes. Por un
lado, el público puede interrumpir en cualquier momento al orador; por otro, la
sesión se otorga al final del discurso o bien, el conferencista selecciona las
preguntas más relevantes para contestarlas al final de la conferencia. La forma
en que esta sesión se da, varía de acuerdo con el público, el tema y la
necesidad del orador.
·
Agradecimientos
al conferencista: un moderador cierra de forma oficial la conferencia,
agradeciendo al orador y a los asistentes por su atención.
Pasos para la elaboración de la
conferencia
1.
Elegir
el tema de la conferencia y definir, de forma clara, el objetivo.
2.
Tomando
en cuenta el público al que va dirigida, determinar el propósito y el resultado
de la conferencia.
3.
Elegir
el modo en que se abordará el tema y definir las etapas del desarrollo hacia el
objetivo principal.
4.
Redactar
el desarrollo de la conferencia, ordenando las ideas de manera coherente y
clara.
5.
Determinar
si se necesitará algún medio auxiliar, y prepararlo: una selección de imágenes
en PowerPoint, por ejemplo.
6.
Redactar
la introducción y conclusión.
7.
Elegir
un título llamativo y significativo.
8.
Anticipar
las posibles preguntas y elaborar respuestas pertinentes.
9.
Repasar
en voz alta el discurso.
Recomendaciones generales
- Mantener la atención del público.
- El contacto visual con el público es vital; mediante él, éste se siente incluido.
- La entonación y la gesticulación deben ser claras, naturales y con espontáneas.
- El orador debe mostrar interés por su propia exposición.