Los textos científicos son aquellos en donde se emplea lenguaje
científico que pertenecen a las ciencias experimentales puras, las cuales estudian
las realidades físicas del mundo y se caracterizan por la búsqueda de
principios y leyes generales que posean validez universal. Por otro lado, los
textos técnicos se refieren a las ciencias aplicadas en sus vertientes
tecnológicas e industrial. Estas ciencias tecnológicas son las que estudian las
posibles aplicaciones y derivaciones prácticas de los principios y leyes
generales establecidas por las ciencias experimentales.
Es común englobar ambos tipos en textos y referirse a ellos como texto
científico-técnico.
Algunas de las cualidades de los textos científicos son:
Precisión
Se deben evitar la terminología ambigua y la subjetividad, y en su lugar
emplear términos unívocos (términos con un sólo significante y significado).
Verificabilidad
Se debe poder comprobar en todo momento y lugar la veracidad de los
enunciados del texto. Esto puede comprobarse tanto mediante leyes científicas
como mediante hipótesis.
Universalidad
Posibilidad de que los hechos tratados puedan ser comprendidos en
cualquier parte del mundo por cualquier miembro del grupo al que va dirigido.
Para ello se recurre a una terminología específica que se puede traducir con
mucha facilidad de una lengua a otra. Estos términos científicos, también
llamados tecnicismos, suelen ser unívocos, ya que designan una única y precisa
realidad.
Objetividad
Se le da primacía a los hechos y datos sobre las opiniones y
valoraciones subjetivas del autor.